Intercambio de gemelos

https://opentgc.com/post/UG9zdDoxNTI4MWU2NjU5M2IxOGQwNWIyODJjMGQ2NjVhYzVmZA==

Sabíamos que estaba mal, pero mi hermana gemela, Sarah, y yo habíamos estado preparando esto entre nosotros durante semanas. La había sorprendido jugando consigo misma y, en lugar de que las cosas se volvieran incómodas entre nosotras, empezamos a pensar el uno en el otro bajo una luz totalmente nueva. Lo que empezó como toques casuales en los hombros y las piernas pasó a besos furtivos y luego a caricias fuertes. Los dos sabíamos que esto iba a suceder, los dos íbamos a explotar de lujuria si no sucedía. Los dos éramos vírgenes y creo que ambos pensamos que era una forma segura de probar las cosas. Ni siquiera nos molestamos en desnudarnos, sólo le aparté las bragas y le subí el top.


Pero en el momento en que hundí mi polla en Sarah el mundo cambió. Sentí un nuevo deseo reprimido de ser llenado, la polla encajada entre mis piernas era como una válvula de descarga de presión que satisfacía ese deseo. Quería esto, aunque hubiera preferido seguir dándolo. Después de un momento, mi hermana se dio cuenta de lo mismo. Sus caderas empezaron a mecerse y el placer de ser perforado me llevó a alturas que nunca había conocido. Nos corrimos al mismo tiempo, lo sentí mientras ella penetraba más profundamente, llenándome con mi propio semen. Mientras jadeaba y se tambaleaba hacia atrás y fuera de mí, la sensación de vacío me sorprendió. Nos quedamos mirando el uno al otro durante un minuto antes de oír la puerta del garaje que se abría mientras nuestros padres volvían a casa de hacer recados. Nos pusimos la ropa en su sitio y nos apresuramos a actuar con normalidad cuando entraron. Podía sentir cómo el semen se filtraba en las bragas que llevaba puestas.


Estuvimos pegados el uno al otro toda la noche. No fue hasta que ella se coló en su propia habitación que tuvimos la oportunidad de hablar. Una cosa llevó a la otra y acabé con las piernas abiertas y mi propia polla presionando dentro de mí. Al momento siguiente, el mundo dio un vuelco y fui yo el que se puso a follar ansiosamente. Satisfechos, pero curiosos, volvimos a la cama.


Volvió a ocurrir la siguiente vez que nos pusimos a ello, no sabemos lo que es, pero no nos quejamos, ambos teníamos mucha curiosidad por nuestra aparente capacidad y acordamos que nada está fuera de los límites cuando volvimos a intercambiar y decidimos explorar de forma independiente durante unos días...



Comentarios