Predicación matutina

 https://opentgc.com/post/UG9zdDpmNWI1Y2VlZWYxY2E5YjljYTIxZWY2ODliN2M5MmM3MQ==

Esta mañana iba bastante bien, siempre aprovecho las mañanas del fin de semana para hablar de la biblia con los vecinos. Lo mejor de eso es que lo hago junto a mi bella y querida esposa. Pero hoy sucedió algo diferente.


"Vamos Mike, sólo tenemos que cerrar unas cuantas casas por hoy". Clara dice felizmente.


"Claro querida, es que los niños de la calle no saben apreciar lo que dice la biblia". Hablo con un tono duro.


"Lo sé, pero de todas formas intenta ser más amable con ellos". Me pide, y no puedo negarme.


Dos chicos nos atienden con expresión de enfado, parecen molestos con nuestra visita. "Salid de aquí, nos estáis molestando". Dice uno de ellos. "Tiene razón, ¡vete a la mierda!" Le sigue el otro.


"¡Mocosos! ¿Cómo os atrevéis a hablarnos así?" Los regaño, pero los dos se ríen de mí. "Cariño, cálmate un poco por favor". Habla mi mujer entrando entre nosotros.


En ese momento, uno de los chicos la agarra del brazo y le dice: "Vamos a hacerlo así, vas a usar mucho esa boca aquí, pero no va a ser para hablar". Sonríe malvadamente y desaparece, entonces mi mujer empieza a convulsionar delante de nosotros.


Cuando dejó de temblar, la misma sonrisa que el chico había hecho antes estaba en su cara. "Esta perra es buena, estas enormes tetas hacen un trabajo hermoso sin duda. Adiós, viejo, tu mujer nos va a dar una lección íntima y especial".



Comentarios